En primer lugar el montañero se pone en contacto conmigo y me plantea sus inquietudes. Que zona le gustaría conocer, en qué fecha y cuántos serán en el grupo, de qué nivel de deportistas hablamos etc.
Una vez recopilados todos los datos, comenzaré a planificar la ruta que mejor se adapte a los deseos del cliente, con sugerencias respecto al paisaje, desnivel acumulado, distancias y tiempo, posibles paradas, final gastronómico…
El último paso sería enviar la propuesta al interesado y concertar el lugar y la fecha para la aventura.
